martes, 24 de abril de 2012

Gilles de Rais - Barba Azul


Descendía de una de las familias más ricas y poderosas de Francia, y a los once años había heredado una de las mayores fortunas del país, que se había incrementado tras casarse a los dieciséis, con su prima e inmensamente rica, Catalina de Thouars. Por aquel entonces su vida transcurría con total normalidad, incluso acababa de ser padre de una niña y era uno de los nobles más ricos de Europa. 

No obstante su conducta cambiaría tras la captura de su protegida Juana de Arco. El joven Mariscal trató de salvarla con una obstinación casi obsesiva, pero de poco le iba a servir, pues Juana acabaría siendo quemada en la hoguera. 

Tras el duro shock de haber perdido a la mujer que idolatraba en secreto, Gilles se separó de su esposa y se encerró en su castillo de Tiffauges, negándose a tener contactos sexuales con ninguna mujer. Entonces comenzó una insólita carrera de crímenes y sacrilegios contra la Iglesia, pues trataba de desafiar a Dios por haber permitido que Juana fuese torturada y quemada. 

Para divertirse, ordenaba que se organizasen en sus múltiples castillos lujosísimas fiestas y representaciones teatrales que eran conocidas en toda Europa, pero sus excesivos gastos pronto empezaron a menguar su fortuna y se vio obligado a vender varias de sus propiedades.

Preocupado por tales pérdidas, el barón de Rais se fue aficionando a la Alquimia e hizo que se instalase un laboratorio en un ala del castillo, donde trabajaba sin apenas dormir ayudado por alquimistas y magos importados de toda Europa a la búsqueda de la piedra filosofal, capaz, según la tradición esotérica, de transformar los metales en oro.

Al cabo de cierto tiempo, su sueño de oro no acababa de madurar, todo lo contrario, los alquimistas y magos le costaban una fortuna que lo iba arruinando más y más, hasta que desengañado despidió a la gran mayoría. Los pocos que quedaron a su mando no tardaron en persuadirlo que sólo con la ayuda del Diablo podría conseguir el oro que necesitaba.

(Algunas de sus numerosas biografías, cuentan que Gilles de Rais, llamado Barba Azul, habría hecho testamento legando parte de sus bienes a Satanás, pero reservándose su vida y su alma, según la leyenda. En las escrituras del castillo, figura como titular el mismo Diablo).
 
Los historiadores opinan que su primer crimen fue cometido con el propósito de realizar un pacto con éste para lograr sus favores. Pero tras haberle cortado las muñecas a la víctima, haberle sacado el corazón, los ojos y la sangre, ni se le apareció el Diablo ni logró trasformar el metal en oro. Lo único que habría logrado, sería el haber descubierto su pasión secreta: la tortura, la violación y el asesinato de niños. 

Este personaje sentía una predilección malsana por los niños y los adolescentes, hasta el punto de que se atribuyó nada menos que la muerte de 200, tal vez más... 

A partir del verano de 1438 comenzaron a desaparecer algunos muchachos de la misma ciudad de Nantes, de los pueblos de los alrededores, y la mayor parte, ocurrían cerca de la mansión del barón de Rais. También hacía entrar en su castillo a algunos de los niños mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran retenidos contra su voluntad por sus servidores, violados y desmembrados posteriormente. La sangre y otros restos se conservaban para propósitos mágicos.

El mismo Gilles contó en alguna ocasión como disfrutaba visitando la sala donde los chicos eran a veces colgados de unos ganchos. Al escuchar las súplicas de alguno de ellos y ver sus contorsiones, Gilles fingía horror, le cortaba las cuerdas, le cogía tiernamente en sus brazos y le secaba las lágrimas reconfortándole. Luego, una vez se había ganado la confianza del muchacho, sacaba un cuchillo y le segaba la garganta, tras lo cual violaba el cadáver. 

En una ocasión, se acercó a un niño que había elegido previamente y lo llevó al gran lecho que ocupaba el fondo de la sala de "torturas". Después de algunas caricias, tomó una daga que colgaba de su cintura, y riendo a carcajadas cortó la vena del cuello del desdichado. Frente a la sangre que brotaba y al cuerpo que se convulsionaba, el barón se puso como loco. Arrancó las vestimentas al moribundo, tomó su propio miembro y lo frotó en el vientre del niño, que dos de sus cómplices sostenían porque éste estaba sin conocimiento. Cuando por fin salió el esperma, tuvo un nuevo acceso de rabia, tomó una espada y de un golpe cortó la cabeza de la víctima. Gilles, en pleno éxtasis se tumbó sobre el cuerpo decapitado, introdujo su sexo entre las piernas rígidas del cadáver, gritando y llorando hasta un nuevo orgasmo, se derrumbó sobre el cuerpo cubriéndolo de besos y lamiendo la sangre.

Luego ordenó que quemasen el cuerpo y que conservasen la cabeza hasta el día siguiente. En ese mismo suelo, desnudo y manchado de sangre se habría quedado dormido. 

A la mañana siguiente no quedaba huella ninguna de su desenfreno de la noche anterior, sus sirvientes la habían limpiado. Pidió que le trajeran la cabeza y ante ésta, se arrodilló bañado en lágrimas y prometió reformarse. Acercó sus labios a la cabeza, la besó largamente y se fue a su cama llevándola consigo y diciéndole que muy pronto se reuniría con otras cabezas tan bellas como ella...

Uno de los mayores placeres de Gilles era tener las cabezas decapitadas clavadas ante su vista. Luego llamaba a un artista de su séquito, el cual ondulaba exquisitamente el cabello del niño, le enrojecía los labios y las mejillas hasta darle un aspecto de belleza impresionante.

Cuando tenía bastantes cabezas cortadas, celebraba una especie de concurso de belleza, en el cual sus amigos e invitados votaban sobre cual era la más bella. La cabeza "ganadora" era dedicada a un uso necrofílico. 

Tras las numerosas desapariciones de niños, poco a poco las sospechas se fueron tornando hacia la persona del barón, pero nadie se atrevía a acusarle, pues aunque más empobrecido seguía siendo un personaje muy poderoso, y sus víctimas en cambio, solo eran gente muy humilde.

A principios de 1440, llegaron los rumores hasta la corte del duque de Bretaña, quién ordenó abrir una investigación sobre los secuestros y la posible implicación del barón de Rais.

El 13 de septiembre fue detenido en su el pueblo de Machecoul por un grupo de soldados, quienes hallaron en su propiedad los cuerpos despedazados de 50 adolescentes. El duque de Bretaña le hizo compadecer ante la justicia acusado de haber asesinado e inmolado entre 140 y 200 niños en prácticas diabólicas.

Se le infligieron todo tipo de torturas para obligarle a confesar sus crímenes, que se obstinaba a negar pese a las evidencias, pero fue sólo la amenaza de la excomunión lo que le indujo a hacerlo detalladamente. En octubre, Gilles aceptó voluntariamente todos los cargos que se le imputaban y confesó.Al amanecer del 26 de octubre fue llevado a un descampado junto con dos de sus más destacados cómplices para ser ahorcado y quemado en la hoguera. En el patíbulo manifestó públicamente su arrepentimiento, instando a todos los presentes a no seguir su ejemplo y pidiendo humildemente perdón a los padres de las víctimas. Murió aferrándose desesperadamente a su fe cristiana.

Accediendo a las súplicas de algunos de sus parientes, el cuerpo, parcialmente quemado, fue retirado de la hoguera y enterrado en una iglesia de las carmelitas en Nantes.





viernes, 20 de abril de 2012

Arthur Shawcross


Un asesino en serie suele exagerar el número de sus víctimas, o del mismo modo, confesar actos que no cometió. En el caso de Shawcross, éste fingía canibalismo y necrofilia con el fin de poder alegar locura, lo cual le haría irresponsable de sus actos. 

Encarna de modo perfecto el talento de manipulación propio de los asesinos en serie, y también las fallas del sistema, pues fue liberado por la justicia después del asesinato de dos niños en 1972.

Afirmó haber sido víctima de abusos sexuales durante su adolescencia, que sufría psicosis heredadas por las atrocidades que había vivido en la guerra de Vietnam, y que esta psicosis adquirida le obligaba a cometer actos criminales; contó a los psiquiatras en una entrevista cómo había matado a una mujer y a una adolescente vietnamitas:

"En un valle no lejos de Kontum, yo veo a una mujer y le disparo. No quedó muerta del todo y la até a un árbol. De una de las chozas sale una muchacha y la llevo para atarla con la otra. Son el enemigo, por lo que le corto el cuello a la primera."

"Como los vietnamitas son supersticiosos, clavo su cabeza en un poste, para que no vengan más. Luego corté la carne de la pierna de aquella mujer por el muslo hasta la rodilla, como un jamón, y lo asé en el fuego. No olía muy bien, pero cuando estuvo bien asada me puse a comerla..."

Como Jack el Destripador, atacaba a prostitutas a las que mataba sin remordimientos, haciendo reinar el terror en la ciudad de Rochester y sus alrededores. Shawcross estrangulaba a sus víctimas y dejaba sus cuerpos a orillas del río Genesse, o escondidas entre los matorrales.

En dos ocasiones hizo dudar a la policía si se trataba de un único asesino o dos, puesto que en dos ocasiones, las víctimas no correspondían con el perfil de las demás desafortunadas.

La falta de indicios da lugar a los rumores más singulares en un tema que no abandona las primeras páginas de los periódicos.

Según algunos, trata de vengarse después de que una prostituta le hubiese transmitido el virus del sida. Otros creen que se trata de un policía que patrulla por las zonas de prostitución, y otros que simplemente mata a mujeres que le recuerdan algún trauma con alguna mujer o su propia madre. Otros, que pertenece a una secta de tipo protestante y quiere condenar a esas mujeres de la calle.

Las prostitutas empiezan incluso a colaborar con la policía para tratar de atrapar al asesino, pero ninguna pista da resultado. 

Finalmente las autoridades locales recurren al FBI, quienes establecen el perfil psicológico del asesino, y envían a un agente especial llamado Gregg McCrary, quien ordena investigar en profundidad los lugares en dónde se han hallado los cadáveres y los alrededores al río Genesse, intuyendo que el criminal podría volver allí para revivir la excitación de sus crímenes. 

Por fin el, miércoles 3 de enero de 1998, una patrulla en helicóptero divisa a un hombre de unos cuarenta años de pie en un puente del lago Salmon, en Rochester. Bajo ese puente se veía también el cadáver de una mujer.

En seguida dos agentes motorizados son enviados para atrapar al hombre. Se trataba de Arthur Shawcross, nacido el 6 de junio de 1945.

Estos le piden su identificación, y les muestra un carnet de conducir caducado, alegando que no ha tenido tiempo de renovarlo, pues acaba de salir de una larga estancia en prisión. Al comprobar su identidad, se enteran de que no miente, que está en libertad provisional tras haber estado quince años en la cárcel por el asesinato de dos niños en Watertown, su ciudad natal, uno de diez y otro de ocho años.

Asesinó al menos a diez prostitutas antes de ser encarcelado. 

Los agentes no creen que su presencia a pocos metros del cuerpo sin vida de una mujer sea fruto de una coincidencia, y lo detienen.

Cuando le juzgan, Shawcross trata de hacerse pasar por caníbal, de ser un demente víctima de abusos sexuales muy graves en su infancia. Dice que su madre lo sodomizó con el mango de la escoba rasgándole la pared anal, aunque no existen pruebas médicas que demuestren tal agresión. Culpa a la sociedad diciendo que le enseñaron a ser un criminal enviándolo a Vietnam, y que aprendió a matar y a mutilar mujeres en la guerra.

A las autoridades la actitud del asesino les parece extraña. Tranquilo, moderado, silencioso, no le interesa el saber por qué se le acusa. Explica tranquilamente su presencia en el puente por el deseo de orinar, pero nadie se lo cree, piensan que lo que Shawcross hacía en realidad era revivir la excitación del crimen contemplando su "obra" desde el puente y tal vez masturbarse.

Pero una serie de pruebas en su contra sirvieron para acusarlo: una prostituta declaró en su contra, dijo haberlo visto acompañado de una de sus amigas de profesión unas horas antes de que la policía encontrara su cadáver, objetos de las víctimas en el interior de su automóvil, y huellas de los neumáticos en los lugares del crimen.

Cuando fue condenado con anterioridad a 25 años de cárcel por el crimen de los dos niños, se había prometido a los padres de las víctimas que no saldría de prisión antes de haber cumplido toda su condena, pues aseguraron que la comisión encargada de dictaminar sobre la libertad condicional nunca dejaría volver a salir de la cárcel a un criminal como él, ya que estaba en la calle bajo libertad vigilada por un delito anterior.

Estas son algunas respuestas que dio durante los diversos interrogatorios a los que fue sometido durante su último juicio:


¿Te turba haber matado a Dorothy Keller?
- No, en absoluto.

¿Sientes remordimientos?
- No.

¿Por qué no enterraste el cuerpo de June Scott?
- Me habría gustado encontrar un gran hoyo y meter en él todos los cuerpos, para que estuvieran todas juntas.

¿Cómo hiciste para matarlas tan fácilmente?
- La mayor parte de las veces ni yo sabía que iba a matarlas. Además, me conocían y no esperaban eso de mí. Las atacaba rápidamente y las dejaba paralizadas.

¿Tuviste contacto con la policía durante las investigaciones?
- Siempre iba a comer a un sitio dónde iban a menudo policías. Hablaba con ellos para saber cómo avanzaba la investigación.

¿Te dabas cuenta de lo que hacías en el momento en que matabas a las chicas?
- Si, pero me daba igual. La rutina...

Mataste a mucha gente, Arthur, ¿nunca tuviste miedo de que te descubrieran?
- Nunca pensé verdaderamente en eso.

¿Crees que lo que has hecho es terrible?
- Sí.

¿Qué debería hacer la policía con alguien como tú?
- Meterme en la cárcel toda la vida. Si me sueltan volveré a hacerlo.

A pesar de que su abogado pretendía que el acusado sufre desórdenes psiquiátricos y complejos ataques de naturaleza epiléptica responsables de sus crisis de locura asesina, y que el mismo Shawcross juró y perjuró que estaba poseído por Ariemes, -un demonio caníbal del siglo dieciocho sediento de sangre- que se había encarnado en él, al término del juicio, Arthur Shawcross fue condenado a doscientos cincuenta años, culpable de homicidio en segundo grado por el asesinato de diez mujeres. El fiscal que presentó las pruebas, expuso sus reflexiones sobre el caso diciendo públicamente:

"El asunto de Shawcross, que mató a mujeres con toda impunidad durante 21 meses, afectó a toda la comunidad. Los habitantes de Rochester se convirtieron de modo indirecto en víctimas de estos crímenes, porque no se atrevían a salir al saber que un asesino en serie actuaba en la zona. Hubo restaurantes, salas de espectáculos y bares que tuvieron que cerrar por falta de clientes. Se anularon congresos y reuniones, y eso sin olvidar el costo fenomenal de la investigación y proceso de Shawcross, que se calcula en más de millón y medio de dólares.

No estaba legalmente loco, pero tampoco era normal. ¿Qué le motivaba? Adoraba matar. Se alimentaba con violencia. Este caso puso de relieve ciertos defectos del aparato judicial. Nunca debió permitirse que saliera de la cárcel".

En muchas ocasiones se ha hablado del síndrome de Vietnam, que afecta a veteranos de esta guerra que no han podido superar las frustraciones de su readaptación a la vida civil. Muchos de ellos han recibido un entrenamiento especial para matar de diversas formas, y algunos incluso, se han retirado a zonas apartadas del país y viven completamente aislados conscientes del peligro que representan para sus conciudadanos.

Uno de los primeros casos de los que se tiene noticia de los afectados de este "síndrome" es anterior a la guerra de Vietnam. Se trata de Howard Unruth, veterano de la Segunda Guerra Mundial, asesinó a trece personas en Nueva Jersey, porque creía que "sus vecinos se reían de él".

Aunque la paranoia suele ser el factor desencadenante de estos crímenes, en algunos casos los medios de comunicación o la influencia de algunas personas pueden llevar a cometer actos criminales. Es lo que se conoce en criminología como "aprendizaje social", un proceso de observación e imitación. Este es el caso de Michael Ryan, un joven de 27 años profundo admirador de Rambo, que en 1987 salió a la calle ataviado al estilo militar y mató a tiros a trece personas.



martes, 17 de abril de 2012

Armin Meiwes - El Caníbal de Rotemburgo


Armin Meiwes (Essen, Alemania, 1 de diciembre de 1961) era un chico normal en la escuela, algo retraído y apartado de sus compañeros. En su familia vivió las sucesivas separaciones de su madre y al final de su pubertad vivía sólo con ella, sometido a una estricta disciplina. Estos antecedentes no son nuevos en la historia de los criminales más famosos del mundo.

En su juventud, el caníbal presenció escenas de matanza que podrían haber influenciado su estado psicológico. Matanzas de animales en las que él participaba para darse después el gran banquete. A la edad de 18 años, Armin se muda con su madre a la enorme casa que la familia poseía a las afueras de Rotemburgo. La casa tenía 44 habitaciones y los amigos de Armin la llamaban la casa de los espíritus.

Posteriormente ingresó en el ejercito donde destacó por su disciplina. Apoyaba a lo subalternos y se llevaba bien con ellos. Se llevaba a su madre con las excursiones de su brigada y pasaba la noche con ella en habitación separada. Tras su servicio en el ejército, trabajó como técnico de computadoras en un centro informático de Kassel. En su trabajo también se le consideraba diligente y eficiente. Entre sus aficiones estaban la lectura de libros de caníbales, muertes y asesinos en serie. Además coleccionaba partes del cuerpo de muñecas que coleccionaba en un cofre para ocultarlas de su madre. La madre falleció en 1999 en la casa de Rotemburgo. Tras su muerte, Armin se quedó solo en el mundo y los únicos lazos familiares y sentimentales que mantenía desaparecieron de su vida. A partir de este punto, Meiwes inició su carrera criminal por internet. Fotos de crímenes, accidentes, cuerpos abiertos y otras muchas fantasías violentas componen el archivo fotográfico de su computadora. Foros como "Gourmet" o "Caníbal –Café" le proporcionan la plataforma ideal para contar y compartir sus fantasías más profundas.

Comienza la nueva doble vida de Armin como el Dr. Jekill y Mr. Hyde. El Mr. Hyde sigue siendo el buen trabajador, buen vecino y ciudadano que busca la mujer de su vida pero el Dr. Jekill aparece en escena por las noches con sus fantasías caníbales. Así comenzaron sus primeros contactos. Primero un cocinero ofreció a dos de sus ayudantes para ser degustados. Armin habría tenido la oportunidad de matarlo y devorarlo. Sin embargo, ante las dudas de la víctima, lo dejó marchar.

El banquete sólo tenía sentido si la víctima también estaba de acuerdo. En el chat, conoció a Bernd Brandes, un ingeniero de Berlín. Bernd se declaraba bisexual y su comportamiento sexual no era lo que se puede llamar "normal". Violencia y tortura formaban parte de su rituales sexuales del día a día. Se citaron primero para un fin de semana donde pusieron a prueba sus instintos caníbales. Tras la despedida en la estación, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo recogiese. Quería probar otra vez. Tras varias horas de conversación, Brandes quiso que el Caníbal le amputase el pene. "Córtalo de una vez", dijo la víctima. Con gran cantidad de alcohol y medicamentos, ya no sentía dolor.

Por fin Bernd pudo cumplir su sueño, comerse sus propios genitales. Meiwes cortó el pene en dos trozos y los puso en la sartén aderezándolos con pimienta, sal y ajo. En cuanto a los motivos que llevaron a la víctima a ofrecerse, Armin manifestó que no entendía el sentimiento de felicidad que Bernd experimentaba. Meiwes asesinó posteriormente a su víctima en la mesa de descuartizar y grabó todo en cámara de vídeo. Descuartizó el cuerpo y conservó la carne. Después de dos días, Armin vio cumplido su deseo de comer carne humana. Según las declaraciones a la policía, la carne humana tiene un sabor parecido a la carne de cerdo.

El "Caníbal" había cumplido su deseo, pero esto no era suficiente. Los meses siguientes los pasó buscando nuevas víctimas. Necesitaba carne joven y fresca. Esta actitud fue la que condujo a la policía a desenmascararlo. Un estudiante de Innsbruck denunció a Meiwes, que aseguraba en los foros haber probado la carne humana. En el recuento de respuestas, se registraron varios centenares de víctimas, dispuestas a dejarse devorar por un canibal. La policía lo arrestó un año después del asesinato. El veredicto de los psicólogos y psiquiatras muestra que Meiwes no estaba loco cuando cometió el crimen, pero consideran que la víctima no podía pensar racionalmente. La fiscalía quiere juzgarlo por asesinato con motivos sexuales e imponerle cadena perpetua. El problema es que la víctima dio su consentimiento al asesino y la defensa usará este argumento para que se considere como homicidio a petición, una especie de eutanasia ilegal, lo que llevará a una sentencia de entre 6 meses y 5 años, anulando la consideración de que fue un asesinato. Según el profesor Arthur Kreuzer, del instituto de criminología de la Universidad de Giessen, el caso podría marcar un hito en la historia judicial.

"Es un asesinato convenido por víctima y asesino. No creo que pueda considerarse como el peor caso de asesinato premeditado" matizó el profesor. El abogado de Meiwes citó como una carta favorable, que Armin dejó libres a cuatro personas que se habían ofrecido voluntarias para el sacrificio, por las dudas que mostraban. Su víctima dio el pleno consentimiento antes de que Armin la matase. El caso de Armin Meiwes conmovió a todo el mundo por su crueldad. Sobre todo por la popularidad que le dieron los medios de comunicación. Pero el fallo judicial se enfrenta a problemas para condenar justamente al acusado.


Documental: El asesino de Yorkshire...


Documental: Dennis Nilsen


sábado, 14 de abril de 2012

Miquel Ricart Tárrega - Crímen de Alcasser - 2/3

 
 
¿Quién era Miguel Ricart Tárrega, el hombre que se había "confesado" autor de los brutales asesinatos?
¿Cómo era y había sido su vida?

La respuesta se encuentra, en parte, en los tres reconocimientos psiquiátricos y psicológicos que le han sido realizados durante el tiempo que ha estado en prisión.

El primero de ellos lo practicaron los forenses de los Juzgados de Alcira, Francisco Ros Plaza y Manuel Fenollosa González, quiénes realizaron dos exámenes psiquiátricos a Miguel Ricart, uno el 31 de Enero de 1993, y el segundo el 2 de Marzo de 1993, curiosamente los mismos días que "El Rubio" fue llevado a los juzgados para declarar ante el juez.

Posteriormente, el último de los abogados que tuvo Ricart, el prestigioso letrado Manuel López Almansa, solicitó que se realizaran nuevos informes, esta vez por personas que tuvieran titulación oficial en psiquiatría y psicología. 

El informe psiquiátrico fue realizado por D. José María Vázquez Mazón, Médico especialista en Neurología y Psiquiatría, ex Jefe Clínico del Servicio de Neurología y Psiquiatría del Hospital General de valencia, y D. Tomás de Vicente Muñoz, Médico especialista en Psiquiatría, mediante entrevistas mantenidas los días 2 y 8 de mayo de 1997 en el establecimiento penitenciario de Picassent con el preso Miguel Ricart Tárrega.

Por otra parte, el informe psicológico lo practicaron las psicólogas María Ángeles Martínez Esteban y María Dolores Ferrando Moncholí, quiénes mantuvieron entrevistas individuales con Miguel Ricart Tárrega los días 25, 28 y 30 de abril de 1997.

De estos tres informes, se puede deducir lo siguiente respecto a la vida y personalidad de Miguel Ricart:
"El informado respondió en todo momento de una manera adecuada, correcta y coherente a las distintas cuestiones que se le fueron planteando a lo largo de las entrevistas. Su actitud es de tranquilidad, con ausencia de ansiedad, temblores, tics, u otras expresiones somáticas de angustia. No se constataron alteraciones emocionales significativas a lo largo de las entrevistas, en las que mantuvo un buen tono desde el punto de vista físico y una notable estabilidad psicológica”.


ANTECEDENTES FAMILIARES

PADRE: Miguel de unos 60 años. De profesión ebanista, jubilado en la actualidad por invalidez. "Tiene desgaste de cadera y úlcera de estómago". En múltiples ocasiones, "estaba borracho".

MADRE: Murió cuando él tenía alrededor de 4 años de "un ataque epiléptico". Concretamente, falleció el 6 de marzo de 1975 a la edad de 30 años. Conserva una buena imagen de ella, a la que definió como "una mujer buena y cariñosa".

HERMANOS: Un hermano mayor fallecido a los 45 días de nacer sin conocer la causa. Una hermana menor que él, de nombre Encarnación, con dos niñas pequeñas, separada actualmente y sin trabajo conocido. Afirma haber mantenido buenas relaciones con ella.

Respecto a las relaciones con su padre manifestó que se fueron deteriorando a causa de los castigos físicos a los que le sometía desde pequeño, así como por el rechazo afectivo que siempre le demostró, por lo que optó por salir del hogar familiar cuando contaba 18 años con e consentimiento de su padre.

Ningún miembro de su familia ha estado en tratamiento psiquiátrico según relata. No obstante, no han sido infrecuentes en este entorno las situaciones de "nerviosismo", tensión e incluso, en ocasiones, agresividad. La valoración que realiza el explorado de su espacio socio-familiar es, en general, de un predominio de situaciones problemáticas y relaciones interpersonales crispadas. Según expresa ha tenido importantes dificultades para establecer relaciones de tipo afectivo, constituyendo su entorno socio-familiar un círculo en el que él se sentía poco integrado.


ANTECEDENTES PERSONALES

Refiere el informado que su embarazo se desarrolló con normalidad y el parto se desencadenó en un medio hospitalario. Con posterioridad, ya en su domicilio, padeció una patología de los restos del muñón del cordón umbilical. Sus padres recurrieron a una curandera para resolver el problema.

Padeció las enfermedades comunes de la infancia. El desarrollo y maduración durante su etapa infantil tuvo un curso normal, sin incidencias reseñables.

Su primer periodo de escolarización se desarrolló en un parvulario. Una vez que la madre falleció, el padre gestionó el ingreso del informado en el Colegio de niños huérfanos de San Juan Bautista, institución en la que permaneció hasta la edad de trece años. Allí coincide con su hermana cuando el lleva 2 o 3 años de internado. Conserva el recuerdo de un compañero al que considera amigo, llamado Salva.

No refiere el explorado incidente reseñable de esta época de su vida; para él fue una buena etapa en la que mantenía relaciones satisfactorias tanto con sus compañeros, como con las religiosas que se encargaban de la enseñanza. Se define como buen estudiante.

Al acabar 5º de EGB, en el referido Colegio religioso, consiguió una beca para estudiar en la Universidad Laboral de Cheste en régimen de internado. En un principio la asimilación de las condiciones del nuevo ambiente fue normal, si bien progresivamente se produce un deterioro de su comportamiento que se manifiesta en un distanciamiento del padre, a quien paulatinamente deja de visitar los fines de semana. Por lo que se refiere al seguimiento de las normas internas del Centro, se va produciendo una progresiva relajación en su cumplimiento, hecho que da lugar a que, por parte del director del Centro, se le aperciba, en repetidas ocasiones, sobre la necesidad de un cambio de actitud y comportamiento. Durante este periodo el Director del Centro suele imponerle castigos y le manifiesta la conveniencia de abandonar ciertas "malas compañías" que solía frecuentar el informado.

No obstante, al parecer, siguieron siendo anómalos su comportamiento y su aprovechamiento académico, hechos que condujeron a la decisión, por parte de las Autoridades del Centro, de sancionarle con la pérdida de los derechos de la beca y con expulsión del Centro, lo que se produjo cuando el curso se encontraba en su mitad.

Al perder los derechos de la beca volvió a Catarroja. Se incorporó al Instituto de la población, donde su comportamiento siguió siendo desordenado. Refiere el informado que por parte de los profesores era calificado como un muchacho "revoltoso" y que realizaba frecuentes escapadas del Colegio ("novillos"). En este periodo la situación con respecto a su familia es fría y distante, con una rotunda oposición a la figura paterna, con quien tuvo frecuentes enfrentamientos verbales e incluso físicos, sin embargo, la relación es considerablemente mejor con su hermana.

A los 15 años escapó durante una noche del domicilio paterno. Acudió al patio de la casa de un amigo, quien le dio un bocadillo para cenar. Esa noche durmió en el patio y recuerda que pasó mucho frío; al día siguiente regresó a casa. El informado explica este comportamiento por las continuas broncas que recibía de su padre.
A los 16 años abandona los estudios y se pone a trabajar en tareas agrícolas, sobre todo de recolección de frutas y hortalizas. Durante un verano trabaja de barrendero en Catarroja. El dinero que gana lo entrega en casa y su padre le asigna una pequeña cantidad para sus gastos. En el periodo que transcurre durante los 16 y los 17 años comparte las tareas domésticas con su padre, quien se encuentra sin trabajo. El padre se ocupa de las labores del hogar de Lunes a Viernes y él las realiza los fines de semana.

Con la asignación económica que le proporciona su padre, visitando "discotecas" de su entorno, inicia el contacto con el consumo de determinados tóxicos, fundamentalmente Hachís, Alcohol, y ocasionalmente Cocaína y Rohipnol. De las referidas sustancias refiere el informado que ha sido consumidor esporádico, no habitual.

A los 18 años se va a vivir con su novia, y dos hermanas de aquella que comparten la vivienda. En un principio mantiene en este nuevo círculo una situación análoga a la que mantenía con su padre. El informado entregaba su sueldo a su compañera, la cual le asignaba una cantidad para sus gastos. Debe hacerse notar que el Ayuntamiento asignaba una pensión a su compañera y hermanas. Progresivamente el explorado va disminuyendo su actividad laboral, entrando en conflicto con las hermanas de su compañera, dado que éstas no estaban dispuestas a costear su manutención. El informado justificaba sus menores ingresos por la carencia de trabajos eventuales en una época de crisis económica.

A los 20 años se enrola en la Legión como Voluntario especial, ya que fue excedente de cupo, y manifiesta que realizó este tipo de alistamiento al quedarse sin trabajo y sentirse atraído por la "manera especial de entender la vida" de este cuerpo militar. El periodo previo al alistamiento coincide con una situación de crispación con su compañera quién le reclama un mayor aporte económico.

El destino que le corresponde es Málaga donde permanece durante 18 meses. El explorado manifiesta que durante ese periodo consumió con regularidad y de forma importante Hachis y Alcohol. Cobraba 60.000 pesetas al mes, de las cuales mandaba la mitad a su compañera y él se quedaba con la otra mitad "para sus gastos". Refiere el informado que durante su permanencia en filas no se produjo ningún incidente reseñable. Durante este periodo su compañera queda embarazada y posteriormente da a luz a la hija de ambos. En este momento el explorado nos dice que su hija es lo más importante de su vida.

Cuando acabó el Servicio Militar, volvió a Catarroja y se puso a trabajar, en tareas de mantenimiento, en un concesionario de automóviles de la casa Opel. Este tipo de trabajo es valorado como de "chollo", ya que prácticamente no hacía nada y ganaba bastante dinero. Se sentía muy complacido de llevar un mono de mecánico que cuando se lo quitaba no mostraba apenas manchas de grasa. No duró en el trabajo más que 6 meses circunstancia motivada, según el informado, por la animadversión que hacia él sentía el encargado.

En este periodo laboral sus ingresos se incrementaron notablemente, hecho que le permitió entrar en contacto, de modo más intenso con las drogas, consumiendo fundamentalmente Cocaína.

Estuvo unos meses en el paro cobrando la correspondiente prestación, acabada la cual comenzó a trabajar durante 2-3 meses en la fábrica de hielo de "MercaValencia". Este trabajo le resultaba excesivamente duro y consideraba que no estaba bien remunerado. Siguiendo un proceder habitual del informado, abandona la referida ocupación, deseando orientar su vida hacia "nuevos horizontes".

Volvió, de esta manera, a reactivarse la situación conflictiva con su compañera y hermanas, que se manifestó antes de alistarse a la Legión y, además, con idénticos argumentos. La compañera del informado le requería unos ingresos económicos suficientes y se producían enfrentamientos derivados de los múltiples problemas de convivencia. Esta problemática no es resuelta en los términos deseables para el informado quién manifiesta enfáticamente que "los pantalones los llevan ellas".

Es en esta época cuando se separa de su pareja y se va a vivir a la casa de Antonio Anglés quién, según manifiesta, era su habitual proveedor de droga y conocido con anterioridad al alistamiento del informado en la Legión. La relación con esta familia es más intensa con un hermano de Antonio Anglés, Roberto, que es de la misma edad que el explorado. Esta relación se fundamenta en el consumo común de drogas y en la colaboración en la comisión de algunos delitos. En este nuevo ambiente el modo habitual de vida se mueve en el círculo de la delincuencia, llegando a participar junto a ellos, según explica el informado, en "diversos atracos". En este periodo se produce su primer ingreso en la cárcel de Valencia. (Concretamente el 19 de agosto de 1992 por el robo de un coche y fue puesto en libertad al día siguiente).


RELACIONES DE PAREJA

Manifestó haber mantenido varias relaciones con chicas de edades similares a la suya, siendo la más estable la que mantuvo con la madre de su hija, llegando a convivir con ella. Además expresó su pesar por no poder ver a su hija, manifestando una fuerte vinculación afectiva con ella y afirmando que "la quería más que a sí mismo".


COMPORTAMIENTO SEXUAL

Afirma haber tenido su primera relación sexual a los 18 años con la pareja con la que mantenía relaciones en ese momento. Presentando desde entonces una conducta sexual normalizada. Posteriormente afirmó tener frecuentes encuentros sexuales, teniendo gran facilidad para tener contactos con las mujeres, siendo éstas las que le buscaban.

Expresó que no acudía nunca a prostíbulos, ni utilizaba preservativos. Negó haber mantenido relaciones homosexuales y rechazó las conductas de tipo sádico.

Tiene fantasías eróticas con dos mujeres simultáneamente, siendo él el objeto sexual.


NARRACIÓN DE LOS HECHOS OCURRIDOS

En este punto, los informes emitidos mantienen unas conclusiones absolutamente diferentes.

Según los forenses de Alzira:

"En relación con los hechos en estudio refiere que estuvo implicado y era en todo momento consciente de lo que ocurría. Conservó en todo momento una correcta percepción del conjunto de circunstancias en relación con lo sucedido; personas que se vieron implicadas, secuencia temporal de los hechos y lugares donde ocurrieron.

Ese día en concreto, manifiesta que tomó un "cubalibre" a media tarde horas antes de recoger a las niñas. Sin embargo, el informado negó, reiteradamente, el consumo de drogas de abuso el día de los hechos. Hace mención a que su voluntad se encontraba condicionada fuertemente por el temor. Antonio Anglés, le impedía con sus amenazas actuar de otro modo. Si bien explica su participación en los hechos diciendo que se encontró arrastrado por una corriente "en la que te dejas llevar y no sabes realmente como salir".

Manifestó a estos informantes de una manera solemne que llegó a temer, caso de no obedecer al aludido Antonio Anglés, por su vida. Expresa su repudio al tipo de actos realizado, manifestando que nunca los hubiera realizado por propia iniciativa. Insiste en que colaboró con Antonio Anglés porque éste "amenazó con matarle".

Preguntado por su reacción y valoración ante hechos análogos a los sucedidos que hubieran tenido como víctimas a su madre, hermana o hija, dice que se volvería loco.

Sin embargo, y a pesar de todas las manifestaciones, llama la atención el mínimo impacto afectivo que la representación mental de estas cuestiones suponían en el informado. No se apreciaron alteraciones de la mímica ni correlato expresivo significativo, ante la alusión a conductas reprobables análogas a las que son objeto de estudio, por el contrario, su actitud es de cierto distanciamiento llegando incluso a sonreír.

El conjunto de su discurso se caracteriza por la estructuración y coherencia, acusada capacidad de justificación de su conducta y encubrimiento de las motivaciones, y frecuente recurso de trasladar a otros las responsabilidades de sus actos".

Sin embargo, según las psicólogas de la Audiencia:

"Negó su participación activa o pasiva en los hechos. Asimismo dijo no conocer a las menores, justificando sus declaraciones autoinculpatorias por estar sometido a grandes presiones.

Argumentó que a raíz del atraco cometido por Antonio, Mauricio y él mismo en una entidad bancaria de Buñol el día 5 de noviembre de 1992, se reparten el botín, por lo que él decide marcharse a casa de su amigo Antón hasta el 15 o 16 de noviembre. A partir de esa fecha vuelve a casa de la familia Anglés, tras haber agotado el dinero.

En cuanto a los hechos afirmó "que en ningún caso le hubiera hecho caso a una orden así, ni hubiera podido tener estómago" (refiriéndose a Antonio Anglés)".


ENTREVISTA DIRECTA

Las conclusiones de este apartado corresponden únicamente al informe elaborado por los dos médicos psiquiatras, según los cuáles:

"Aparece como una persona que mantiene relaciones sociales no muy duraderas, con actitud hacia la búsqueda de empleo poco persistente, considerándose amigo de sus amigos y generoso con ellos. No dudaba en invitarles si tenía dinero y más si lo había conseguido fácilmente.

El consumo de drogas se agudiza cuando tiene dinero para comprarla, eludiendo cualquier responsabilidad derivadas de su consumo y no valorando el gasto para la situación económica que tenía.

Acepta la norma social en términos generales. Piensa que está en la sociedad y tiene que adaptarse a ella. No encuentra justificado el robar, pero no se arrepiente del robo en sí, ya que necesitaba el dinero para vivir.

Su actitud ante el trabajo es contradictoria ya que ante la falta del mismo no se muestra inquieto por no tener un empleo estable y duradero, y, por otra, piensa que es un trabajador tenaz y perseverante.

Le gusta tomar sus propias decisiones y no se asusta ante las dificultades que puedan surgir.

Si lo necesita pide ayuda aunque sea para comer y vivir.

Se considera una persona activa y un pensador incansable.

Las relaciones con el padre las califica de normales. En algunos momentos reconoce discusiones con él, que mostraba un comportamiento violento con el recluso, sobre todo a partir de los 16 años. Recibía algunos golpes sin motivo aparente; lo justifica porque a su hermana nada se le recriminaba. Esta situación le lleva a abandonar el hogar paterno. Desde que está en prisión no se han visto.

Con su hermana las relaciones las califica como buenas, sobre todo en la etapa que coincidieron en el colegio. A ésta no la ve desde hace años y manifiesta sentirse abandonado por la familia.

Quiere mucho a su hija pero no le transmite con regularidad su afectividad. No la ha vuelto a ver, como tampoco a su compañera. Por otra parte no se compromete en las necesidades económicas que ésta pueda tener, aunque él si satisface sus propias necesidades, si tiene dinero, no pudiendo prever el futuro (gastó importantes sumas de dinero en un breve espacio de tiempo)".


EXPLORACIÓN DE LAS FUNCIONES PSÍQUICAS

El informado se mostró en todo momento consciente y orientado, así como con una adecuada capacidad de comprensión y expresión. No se apreciaron alteraciones de la memoria y su lenguaje fue, en todo momento, fluido, coherente, organizado y correcto en su forma. Su nivel de inteligencia puede considerarse normal, para su contexto socio-cultural y grado de escolarización. La capacidad de raciocinio, juicio y abstracción entraban, asimismo, en parámetros normales. No se apreciaron alteraciones emocionales significativas, así como tampoco anomalías cuantitativas o cualitativas del pensamiento ni patología de la percepción.


CONSIDERACIONES MÉDICO-LEGALES

No se constataron en el informado trastornos mentales que pudieran condicionar una merma en su capacidad de conocer y obrar; y ello, tanto en un sentido general, como en relación con los hechos en estudio. Del estudio detallado de sus datos biográficos, se constata la existencia de un periodo a partir del cual su conducta se deteriora. Esta época coincide, aproximadamente, con la última etapa de su estancia en la Universidad Laboral de Cheste (doce-trece años de edad) y su vuelta a Catarroja con la incorporación al Instituto de la localidad. Anteriormente a esta época no existía conflictividad significativa. Esta cronología hablaría a favor, según parecer de los informantes, de una mayor influencia en la conducta de determinantes de tipo exógeno, en relación con un tipo de amistades que, en el contexto de los datos biográficos del explorado, se consideran como poco convenientes y con conductas desviadas socialmente.

Se apreciaron en el informado unas notas caracterológicas peculiares que se revelan por comportamientos egocéntricos y poco responsables. Por ejemplo, en relación a su familia. Cuando vuelve de la Legión, ante la disyuntiva de responsabilizarse de su situación familiar u optar por alternativas de menor esfuerzo y gratificaciones inmediatas, elige esta segunda opción. Abandona definitivamente a su mujer e hija.

Finalmente, cada uno de los tres informes realizado sacaba sus propias conclusiones:

SEGÚN LOS FORENSES DE LOS JUZGADOS DE ALZIRA:

CONCLUSIONES MÉDICO-LEGALES

PRIMERA.- No existen en MIGUEL RICART TÁRREGA signos o síntomas reveladores de enfermedad mental.

SEGUNDA.- No se aprecian en MIGUEL RICART TÁRREGA alteraciones intelectivas y volitivas significativas que pudieran mermar su capacidad de conocer y obrar, con respecto a los hechos objeto de estudio en el presente informe.

En Alzira, a veintiocho de junio de mil novecientos noventa y tres.


SEGÚN LAS PSICÓLOGAS:

CONSIDERACIONES

De lo expuesto en este informe, podemos deducir que el reconocido carece de un trastorno mental de tipo psicótico.

Su comportamiento se caracteriza por el engaño y la manipulación. Con tendencia a ser impulsivo e irresponsable, no valora su conducta aunque sea de riesgo para los demás o para sí mismo. Suele ser engreído y autosuficiente.

La vivencia de la carencia afectiva paterna, así como las posterior relación con un grupo de amigos de características antisociales puede haberle facilitado la aparición de su comportamiento antisocial.


CONCLUSIONES

De lo expuesto en este informe se deduce que el reconocido Miguel Ricart Tárrega en el momento de la evaluación:

1.- Se ha encontrado orientado en espacio y tiempo. Su inteligencia y voluntad están dentro de la normalidad.
No se han encontrado rasgos que hagan pensar la posibilidad de una psicopatología.

Presenta algunos rasgos antisociales de la personalidad.

2.- Reconoce haber mentido en la mayoría de las declaraciones, siendo un rasgo muy desarrollado de su personalidad debido al tipo de vida que ha llevado.

3.- En ningún momento verbalizó, ni mostró ningún signo que evidenciara temor en las actuales circunstancias, más bien su estado de ánimo en general es de confianza en la Justicia, según manifestó, por la ausencia de pruebas contra su persona, lo que le hace ser optimista con su posible salida de prisión.
Valencia, 9 de mayo de 1997.


SEGÚN LOS MÉDICOS PSIQUIATRAS:

CONCLUSIONES

Primera: PERSONALIDAD.- Su personalidad no le ha impedido un funcionamiento social normal en determinados momentos de su vida. En otros la alteración es significativa. Para la APA (Asociación de Psiquiatría Americana) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) sus rasgos de personalidad no permiten establecer un diagnóstico psiquiátrico de trastorno de personalidad.

Segundo: ESTADO DE SALUD MENTAL.- En el momento actual se encuentra dentro de la NORMALIDAD.

Tercero: GRADO DE VERACIDAD.- La conducta, comportamiento y coherencia del relato del recluso en el momento de la entrevista son congruentes para una entrevista clínica psiquiátrica.

Cuarto: SITUACIÓN DE TEMOR.- Está preocupado porque los comentarios que pueda hacer sean tergiversados por los funcionarios.

En Valencia, a nueve de mayo de 1997.-