(Köpenick, Berlín, Imperio Alemán; 3 de abril de 1908 -
Viena, Ostmark, Alemania Nazi; 8 de abril de 1944) fue un asesino en serie
alemán que, según se cree, habría asesinado a más de 80 personas. A pesar de
que es comúnmente considerado como el asesino en serie más mortífero de la
Europa continental, algunos criminólogos han puesto en duda la magnitud de su
actividad, alegando que muchos de sus confesiones fueron forzadas por la
policía para solucionar casos.
Infancia y pre - asesinatos
Bruno nació el 3 de abril de 1908
en Köpenick un pueblo cerca de Berlín siendo el cuarto hijo de Otto y Emma
Lüdke. De pequeño recibió un traumatismo craneal que limitó sus facultades
mentales. Ingresó a la escuela pública de Köpenick en 1914, pero para 1919 los
profesores de Lüdke se percataron de las dificultades de aprendizaje que Lüdke
presentaba, razón por la que fue enviado a una escuela para jóvenes con
problemas de aprendizaje. Sin embargo en 1922 el adolescente se retiró de
clases para trabajar en la lavandería de su familia.
Tras el fallecimiento de su padre
a causa de un cáncer de laringe, en 1937, Bruno se vio obligado a encargarse
del trabajo pesado del negocio familiar. Es a partir de 1938 que el joven Lüdke
comienza a tener problemas con la policía local, varias personas se quejaron
del maltrato de éste hacia el caballo que tiraba la carreta de la lavandería.
Al parecer Lüdke azotaba al animal con mucha fuerza. Finalmente, luego de
varios estudios médicos realizados por la policía, se demostró que podía
manejar su carreta sin problemas a pesar de no saber ubicarse en el espacio
tiempo.
Primeras acusaciones y posterior investigaciones
El 29 de enero de 1943, unos
niños encontraron el cadáver de Frieda Rössener, una viuda de 59 años que había
sido estrangulada, violada y posteriormente robada. Pronto la policía local de
Köpenick envió un reporte a Berlín y se formó un grupo de tres detectives para
encargarse del homicidio. El trío estaba comprendido por el criminólogo Heinz
Franz y los investigadores Jachode y Mahnke quienes el mismo día llegaron a la
escena del crimen y tras hacer preguntas a los locales descubrieron que un
hombre con retraso mental y ropas de obrero merodeaba por el lugar con
frecuencia. Los oficiales de Berlín pronto comprendieron que se trataba de
Bruno Lüdke, el gigante del pueblo a quien la gente apodaba tonto o bruto. El
detective Franz arrestó a Bruno cuando se dio cuenta que tenía manchas de
sangre en su ropa, al preguntarle sobre esto, el gigante dijo que era de una
gallina. El investigador recordó que en la escena del crimen había plumas de
dicho animal y pronto arrestó a Bruno el 18 de marzo de 1943.
Después de ser detenido solo
Franz interrogó a Lüdke, al poco tiempo se dio cuenta que las respuestas de
Lüdke servirían para que el criminólogo pueda continuar con la investigación a
su manera. En el interrogatorio declaró:
Ludke: «Yo había agarrado el pollo, lo reconozco. La vieja estaba
sentada en el tronco de un árbol y yo me acerqué.»
Franz: «¿Y tú que le dijiste?»
Ludke: «Pues, eso, que si quería… pero ella dijo que no.»
Franz: «¿Y tú qué hiciste?»
Ludke: «La agarré por el cuello.»
En la medida que la investigación
progresaba, Franz descubrió que si se acercaba a Lüdke de una manera amable, el
gigante le daría toda la información que sus preguntas revelen. Pronto las
investigaciones de Franz descubrieron que Lüdke era el responsable de
estrangular y violar a 51 mujeres en un periodo que se extendía entre 1928 y
1943. Durante el largo periodo que le interrogaron aparecieron los nombres de
algunas víctimas como Käthe Mundt, Bertha Schulz y la familia Umann. Esta nueva
información sorprendió a Franz debido a que ninguno de los lugareños señalaba a
Bruno como el asesino y no había reportes de algunas de las muertes. De
inmediato el criminólogo investigó los casos de estas víctimas.
La verdad de estos crímenes
cambió cuando se leyeron los registros policiales de Berlín en los que se
descubrió que Heinz Franz ya sabía de los asesinatos de Mundt, Schulz y los
Umann. El acusado posiblemente solamente "confesaba" lo que el
detective quería escuchar y cuando se mencionaba otra víctima Lüdke
"recordaba" haberla asesinado también, como sucedió en el
interrogatorio de la familia Umann, donde Bruno no dijo nada sobre la señora
Gutermann quien había sido asesinada dos días antes que Lüdke matase a todos
los Umann. Meses más tarde cuando Franz le preguntaba al asesino sobre la
señora Gutermann, el gigante "recordó" haberla matado, sin embargo no
podía dar información correcta de donde lo había hecho. En ocasiones Lüdke afirmaba
haber matado en Múnich, Hamburgo y hasta en Berlín, pero cuando era llevado a
los estados donde había asesinado, era obvio que el hombre no sabía dónde
estaba.
La sentencia
Cuando el informe de los
asesinatos cometidos por Lüdke llegó al escritorio de Heinrich Himmler,
Comandante en Jefe de las SS, ordenó investigar profundamente el caso porque
era imposible que una persona pueda cometer tales atrocidades durante el
mandato del Tercer Reich. Además de esto la población alemana despertaría ante
un régimen que se preparó para la guerra y no para gobernar.
No le tomó mucho a Himmler darse
cuenta que Lüdke estaba respondiendo por crímenes que era posible que no
hubiera cometido. Finalmente para apaciguar a la prensa y a las otras agencias
policíacas llevaron a Bruno a los lugares de los crímenes.
En una de las reconstrucciones de
los hechos y, mientras era trasladado en automóvil por el crimen que había
cometido, se adentraron en el bosque de Köpenich cuando, de pronto, el acusado
dijo: "los señores se han pasado de sitio". El conductor dio marcha
atrás, los oficiales le quitaron las esposas a Bruno y le pidieron que indicara
el lugar donde habían ocurrido los hechos. Sin dudarlo un instante, caminó
entre los árboles y señaló un lugar. Después, dijo: "Aquí la encontré,
aquí la golpeé, aquí la estrangulé, aquí la violé".
Bruno no pudo ser enjuiciado por
estrangular y violar a sus víctimas, por la cláusula 51 que decía que una
persona con deficiencias mentales no era responsable de sus actos. Sin embargo
fue usado como conejillo de indias en varias instituciones mentales y
hospitales. Como castigo fue castrado y ejecutado por inyección letal en una
prisión policial de Viena el 8 de abril de 1944.6 El 26 de abril de 1944,
colocado el Registro Civil en Viena, se realiza un certificado de defunción
para Lüdke, siendo la causa de muerte la siguiente: "degeneración del
músculo cardíaco, agrandamiento del ventrículo derecho, la parálisis del
corazón ".
Post - muerte
En 1957, se estrenó la película
Nachts, wenn der Teufel kam (El diablo vino por noche).
La historia sostiene la
imagen de Lüdke como uno de los peores asesinos en serie de Alemania. Los
intentos de reabrir el caso por los miembros de la Kriminalrat (División de
asuntos internos de Alemania) no produjo ningún resultado. La verdadera
naturaleza de los 51 asesinatos queda sin resolver hasta hoy. Sin embargo en
1995 el comisario neerlandés, Jan Blaauw, se interesó en el caso e investigó
los informes originales de la policía. Los encontró incoherentes y poco claros.
Asimismo, expresó su incredulidad de que un casi analfabeto, que una vez que
quedó atrapado por robar una gallina, podría evadir a las autoridades durante
casi 20 años. Mas aún si se toma el contexto histórico de la Alemania de esa
época, donde gobernaba el Tercer Reich y era imposible que alguien cometiese
tales crímenes y más aún si se toma en cuenta la distancia entre las ciudades
de los crímenes.